jueves, 27 de noviembre de 2014

003301114 - Confía en Dios


Por Isa Torres (@IsaelTorresA)

La palabra “confiar” en el diccionario de la Real Academia Española significa  tener confianza en alguien o algo y tener la esperanza firme de que algo suceda. Esto quiere decir que una persona puede platicar una situación con alguien, y expresarlo con toda la libertad, sin que llegue a ofenderte, al grado de que te pueda ayudar en la situación.

Un ejemplo claro es contarle todo lo que te pasa en la vida a tu Mamá o a tu Papá, que alguien te hizo daño, un logro en tu escuela, que tu novio o novia te dejo, por mencionar otros ejemplos. Y sabes que al final de la plática, tu Mamá o tu Papá te pueden dar un consejo para animarte y alentarte.

Confiar”, en el diccionario bíblico, viene de griego HOMOLOGÍA y significa reconocer la verdad en cualquier situación ante Dios.

Todo este significado me lleva a un ejemplo que lo hice práctico: hace tiempo realice una dinámica con mis hijos espirituales en una reunión, y tomé a uno de ellos y le puse una venda en sus ojos de modo que no viera absolutamente nada. Después le empecé a dar algunas indicaciones, por ejemplo, camina derecho, salta en un escalón, da media vuelta y avanza, etcétera. Durante la dinámica, la persona demostró que no confiaba hacia donde iba, pero yo le dije “NO TE PREOCUPES, CONFÍA EN MI Y NO TE PASARÁ NADA MALO”, y después de estas palabras, la persona mostró más seguridad al caminar y seguir mis indicaciones. ¿A qué voy con todo esto?

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10 RVR1960)

Así como les contamos nuestras preocupaciones a los Padres, hermanos, novio o novia, abuelos, mejor amigo, mejor amiga,… Así es como Dios quiere que le contemos de todo y entregarle nuestra confianza total a Dios. Él desea escuchar nuestra voz en todo lo alto, como lo dice:

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” (Jeremías 3:33 RVR1960)

Cuando lleguemos al punto de confesarle todos nuestros pecados a Dios (y cuando digo todo, es todo) estaremos entrando a un arrepentimiento, en el cuál, Dios nos entrega su perdón, y así disfrutar la presencia de Dios sin que nada ni nadie lo impida.

¿Qué es lo único que tenemos que hacer? Entregar nuestra vida a Dios, dándole nuestra confianza en que él nos escuchará y nos guiara en todo momento, para poder disfrutar de la libertad de Dios sin miedo al pasado o a los problemas que nos rodean. “NO TE PREOCUPES, CONFÍA EN DIOS Y NO PASARÁ NADA MALO A TU VIDA”.

Para sellar el tema de hoy, les comparto un versículo para recordar que Dios siempre estará con nosotros. “Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama. (Hebreos 4:16 RVR1960)

¡CRÉELO, PORQUE ES VERDAD!

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